"El caso del pelotero cubano Frederich Cepeda" dejó tres claros desaciertos en el béisbol nacional: poca transparencia en el tratamiento de un tema polémico que es de interés público; irrespeto a millones de aficionados que siguen el béisbol y específicamente la actuación de un excepcional atleta; y descrédito para el organismo rector de la disciplina. Esa conclusión de Ibrahín Sánchez, la más oportuna que he escuchado sobre este conflicto, fue publicada en Zona de Strike, bajo el título de ¡Y vivieron felices para siempre! , nombre que salvó al ubicar la palabra aparente en la introducción de su post . Salvo esa nimiedad de estilo, comparto 100 % su opinión, la cual replico: El melodrama protagonizado por la Comisión Nacional de Béisbol (CNB), de Cuba, y el pelotero Frederich Cepeda Cruz concluyó con la inclusión del espirituano en la nómina de Los Gallos y un aparente ¡Y vivieron felices para siempre!