- Descubren un nuevo reptil volador que vivió en Brasil
- En febrero apareció el fósil de un pequeño reptil volador del Cretácico temprano
Este animal vivía hace 115 millones de años.
- Ha inicio de año se reveló el esqueleto de un diminuto reptil volador, el más pequeño de su género que se ha descubierto hasta ahora.
La agencia DPA informa que se determinó el reptil a partir de un cráneo fósil hallado en Brasil, que desde hace largo tiempo se encontraba en el Museo Estatal de Ciencias Naturales de Karlsruhe, Alemania.
El paleontólogo bautizó el reptil con el nombre de Lacusovagus (migrante marino), porque el lugar del hallazgo estaba cubierto por agua cuando este animal vivía, hace 115 millones de años.
En comparación con otras especies de reptiles voladores, Lacusovagus es un ejemplar de tamaño mediano. En el subgrupo de reptiles voladores sin dientes, al que pertenece Lacusovagus, se trata de la especie más grande descubierta hasta ahora.
Además, hasta ahora sólo se habían hallado en China fósiles de este grupo. "El descubrimiento en Brasil, tan distante de sus parientes, nos muestra cuán poco sabemos sobre la existencia e historia de estos animales fascinantes", indicó Witton.
Los reptiles voladores, del orden de los pterosaurios, son capaces de volar gracias a sus alas membranosas. Se trata de los primeros vertebrados voladores. El reptil volador más antiguo vivió hace unos 215 millones de años.
Ha inicios de año otro grupo de científicos descubrió un yacimiento chino, cercano a Mongolia, donde se conservaba entre los sedimentos de hace unos 130 millones de años el esqueleto de un diminuto reptil volador, el más pequeño de su género que se ha descubierto hasta ahora.
El diminuto pterosaurio, bautizado como Nemicolopterus crypticus, tenía una envergadura, con las alas abiertas, de tan sólo 25 centímetros y, a tenor de sus rasgos físicos, se cree que vivía sobre los árboles, como los pájaros.
El hallazgo, fruto de la colaboración entre paleontólogos de la Academia de Ciencias China y de la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) tuvo lugar en la formación Jiufotang. Para sorpresa de los investigadores, el esqueleto del extraño animal estaba prácticamente completo, lo que les ha permitido comprobar que tenía unas características muy peculiares, que le distinguían de otros congéneres del Cretáceo temprano.
Por ejemplo, comprobaron que no tenía dientes, que la forma de la cresta de su húmero era diferente y que las falanges de sus patas estaban curvadas, peculiaridades que son las que les permiten afirmar que el lagarto N. crypticus vivía en los árboles y que comía insectos en los bosques del norte de China.
El investigador que dirigió el trabajo, Xiaolin Wang, destaca en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS) que es «una auténtica rareza entre los pterosaurios», si bien no entra a valorar su importancia dentro de la historia de estos extraños animales.
Reconstrucción del pequeño reptil volador insectivoro Nemicolopterus crypticus.
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