Yunior García Ginarte / yunior@rbayamo.icrt.cu
A 496 años de la fundación de la Segunda Villa Cubana una incógnita inquieta a algunos historiadores. ¿Fue San Salvador en Guacanayabo, en Yara, en Bayamo…?
Ludin Fonseca, actual historiador de la ciudad, sostiene su versión fundamentada en lo que él ha llamado los “titubeos de Don Diego Velázquez”. San Salvador de Guacanayabo
-La idea que había planteado Velázquez al Rey era establecer la villa en Guacanayabo y las embarcaciones vendrían para ese sitio.
Allí supuestamente las tropas españolas darían la bienvenida a las naves procedentes de Europa.
Debía existir una iglesia, guarnición y todo lo demás. Pero en realidad el adelantado se da cuenta que había cometido un error.
El por qué del titubeo
-En el Bayamo de 1513 encuentra cierto esplendor. Existía un núcleo poblacional de más de 7 mil aborígenes, los cuales de conjunto con españoles, ya radicados, producían alimentos.
Aquí estamos hablando de agro-alfareros a los que no hubo que enseñar a trabajar. El Guacanayabo por su parte estaba poblado por cazadores y pescadores que había que adecuar a las nuevas condiciones.
Es cuando el conquistador se da cuenta otra vez de su desacierto, pero también comprende que no podía quedarse en Bayamo, o sea no podía establecer San Salvador en Bayamo por sus compromisos previos con la corona española.
De ahí que tiene la necesidad de continuar hacia la costa del Guacanayabo, donde funda en noviembre la segunda villa cubana con el nombre de San Salvador.
Sigue la polémica
- Se ha polemizado mucho de la fundación y lo cierto es que todavía resulta una gran incógnita.
En primer lugar: El único documento que habla sobre esto es la Carta de Relación de Diego Velázquez y no menciona la fecha ni el lugar exacto de la fundación de la Villa.
San Salvador de Yara
- Serán muchos años después que el historiador Roberto Mateizán tiene la decisión de decir que fue el 5 de noviembre de 1513. En Cuba las restantes villas unieron en su titulación el toponímico aborigen y el nombre del Santoral católico. Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, Santiago Apóstol y así respectivamente.
Cuando funda la segunda villa la nombró San Salvador sin la designación aborigen y todo eso ha contribuido a la incógnita que durante mucho tiempo.
El historiador Mateizán afirma que se fundó en Yara, pero lo cierto es que son documentos contemporáneos o sea que le debemos a los historiadores la ubicación. Pero esa información no existe pues el archivo de indias se destruyó.
Para la historia San Salvador de Bayamo
-San Salvador se convirtió en el puerto oficial entre Cuba y la península. Pero en 1515 el rey considera el traslado del punto oficial de contacto hacia Trinidad.
Al perder San Salvador la función de puerto y la condición de sede de la Casa de fundición del oro, se produce la diáspora del núcleo primigenio de la villa. Muchos retornaron entonces a su lugar de origen.
Sin embargo no había otro centro poblacional que tuviera la hegemonía de Bayamo al existir gobierno, iglesia... Existían las condiciones políticas y sociales y económicas
A partir de 1519 es que aparece la primera referencia de título de San Salvador de Bayamo, pero creo que fue mucho antes.
Hoy cuando la gente habla de la Fundación de la Segunda Villa Cubana se refiere a San Salvador de Bayamo. Es lo que ha perdurado: se festeja hoy el 496 Aniversario, orgulloso de ser cuna de la nacionalidad cubana por su trascendencia dentro de la historia patria al iniciarse aquí las guerras por la independencia entre otros hechos glorias. Fue aquí se forjó el crisol de la nacionalidad cubana. Referencias de fotos.
foto 1 Centro histórico de la ciudad de Bayamo, en primer plano la casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la patria.
foto 2. Ventana de Luz Vázquez, lugar donde se entonó la Bayamesa, considerada la primera pieza en la colección popular del género trovadoresco en Cuba.
foto 3. Pórtico del primer cementerio al aire libre de América Latina. Sus ruinas se conservan hoy en el centro histórico de Bayamo.
Comentarios
Tardé en venir a la Isla, cosa imperdonable. Ya sabes que yo sigo en el Bosque de la Larga Espera.
Un abrazo