Pesimista, sí, así fue “Una Imagen, Mil palabras”. Un cuadro negro con una luz en el fondo, y al pie casi lapidario: el futuro solo existe para jodernos el presente.
Para descargar sentimientos frustantes publiqué aquello, buscando respuesta a la “lucha de motivos” entre desesperanza y desmotivación. Al final quedaron algunos comentarios los cuales agradecí personalmente, tanto en Facebook como aquí.
Pasaron los días -cargados también de inseguridad social como aquellos- y rasante llegó el psicológico Manuel Calviño: “lo que mueve al ser humano es su futuro”; “es mirando hacia adelante como el ser humano crece, no siendo condescendiente, o no siendo adecuado, o no siendo justo con su pasado”.
No estaba resuelta la contradicción. Mi problema no es con el pasado, a él, no le cuestiono nada. Fue, ya no cuenta.
Él lo aseguraba: “Los grandes dilemas humanos tienen que ser dilemas hacia el futuro, no hacia el pasado. El pasado hay que conocerlo, hay que saberlo, para no tropezar de nuevo con él, para no repetirlo”.
Pero en Con Dos Que se Quieran su conductor intercedió:
Amaury. Sí, pero también resulta que cuando en mi pasado yo decía: en mi futuro yo voy a ser tal cosa, pero ahora mi futuro es mi presente.
Calviño. Es tu presente. ¿Y te vas a conformar con tu presente?
El futuro no está para jodernos el presente, está para construir. Conclusión nuestra deuda, nuestro deber, es con el presente. Necesitamos otro tiempo con menos CARGA de pasado. (LEA: Los Jóvenes cubanos no pueden Callar)
Siguiendo la ruta de del destino y citando a Paul Sarte, como Calviño, “somos lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros”.
"Yo creo en ese destino que tú también construyes, que tú tomas consciencia de él. En todo caso yo soy una persona pro activa y profesionalmente defiendo la pro actividad y para mí la pro actividad es pensar que las instigaciones fundamentales del ser humano no vienen del pasado, vienen del futuro.
Los cambios en Cuba y el debate imposible. Ver más.
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