Santa Clara. - Cultivadores de Villa Clara reproducen por métodos
tradicionales especies exóticas como la Begonia masoniana, comúnmente
conocida como Cruz de Hierro.
Esta planta presenta hojas muy fruncidas, asimétricas, cordiformes, de
color verde medio con una mancha caoba oscura, cuya forma recuerda a una
cruz o una estrella, en tanto sus hojas están cubiertas por un fino vello
rojo.
Su origen se ubica en Nueva Guinea y la historia recoge que llegó al
continente europeo cuando Charles Plumier, botánico del siglo XVII, se la
dedicó a Michel Bégon, intendente de marina de la localidad francesa de
Rochefort sur Mer.
La Cruz de Hierro es muy exigente en cuanto a los niveles de riego, luz y
calor, además de ser propensa a la botritis (pudrición gris), y susceptible
al ataque de ácaros, cuestiones que la hacen muy sensible sobre todo en los
primeros estadíos, aseveraron expertos de la biofábrica de flores de Villa
Clara.
Los profesionales refirieron a la AIN que estas y otras cualidades son
la causa fundamental por la cual los labradores no la adoptan como siembras
permanentes.
Ivonne Otero Cruz, cultivadora de Santa Clara, adscripta a la Agricultura
Urbana con la categoría de Referencia Nacional, logra desde hace más de dos
años una producción estable de la planta.
Ella explicó que logró multiplicarla a partir de una hoja, la cual plantó
en un sustrato de zeolita en polvo para agilizar el brote de las raíces, y
luego la trasplantó a una maceta con materia orgánica.
Actualmente mantiene la propagación por este método, y aseguró que el
único secreto que tiene es controlar el riego, evitar que las hojas se
mojen, y mantener las plantas en lugares donde la luz no incida directamente
en el follaje, porque eso resulta fatal, afirmó Otero Cruz. (AIN)
tradicionales especies exóticas como la Begonia masoniana, comúnmente
conocida como Cruz de Hierro.
Esta planta presenta hojas muy fruncidas, asimétricas, cordiformes, de
color verde medio con una mancha caoba oscura, cuya forma recuerda a una
cruz o una estrella, en tanto sus hojas están cubiertas por un fino vello
rojo.
Su origen se ubica en Nueva Guinea y la historia recoge que llegó al
continente europeo cuando Charles Plumier, botánico del siglo XVII, se la
dedicó a Michel Bégon, intendente de marina de la localidad francesa de
Rochefort sur Mer.
La Cruz de Hierro es muy exigente en cuanto a los niveles de riego, luz y
calor, además de ser propensa a la botritis (pudrición gris), y susceptible
al ataque de ácaros, cuestiones que la hacen muy sensible sobre todo en los
primeros estadíos, aseveraron expertos de la biofábrica de flores de Villa
Clara.
Los profesionales refirieron a la AIN que estas y otras cualidades son
la causa fundamental por la cual los labradores no la adoptan como siembras
permanentes.
Ivonne Otero Cruz, cultivadora de Santa Clara, adscripta a la Agricultura
Urbana con la categoría de Referencia Nacional, logra desde hace más de dos
años una producción estable de la planta.
Ella explicó que logró multiplicarla a partir de una hoja, la cual plantó
en un sustrato de zeolita en polvo para agilizar el brote de las raíces, y
luego la trasplantó a una maceta con materia orgánica.
Actualmente mantiene la propagación por este método, y aseguró que el
único secreto que tiene es controlar el riego, evitar que las hojas se
mojen, y mantener las plantas en lugares donde la luz no incida directamente
en el follaje, porque eso resulta fatal, afirmó Otero Cruz. (AIN)
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